Vilarnau es la excepción a la norma, en esta zona del Penedès: también de origen familiar y tradición más que centenaria, esta bodega esencialmente cavista es, sin embargo, propiedad de un grupo empresarial desde los años 80. La dueña es González Byass, compañía con sede en Jerez de la Frontera (Andalucía) conocida sobre todo por la marca Tío Pepe. De ahí, seguramente, que la enóloga con más responsabilidad dentro de Vilarnau sea, raramente, una mujer sin lazos familiares con la marca.
Eva Plazas
Enóloga jefa en Vilarnau
Eva Plazas (51 años) nació en el pueblo del cava, Sant Sadurní d’Anoia, así que lleva vinculada al mundo del vino desde que nació. Por eso, cuando tuvo que elegir carrera, vio claro que su futuro estaba en la agricultura. Estudió una ingeniería técnica agrícola, se especializó en la industria agroalimentaria y, más adelante, en el mundo de la enología. Saltó de Freixenet a Covides y, luego, a Vilarnau, donde empezó con unas prácticas de laboratorio y donde ahora es la enóloga principal.
“Me coincidió el momento de más cambio profesional con el momento en que quería ser madre”, analiza ahora, casi 20 años más tarde. “Se me creó un conflicto muy emocional cuando vi que no podía dedicarle [a los hijos] todo el tiempo que quería”, explica la misma. Hasta que se dio cuenta de que, en muchos casos, la presión venía más de dentro que de fuera. “Es el gran problema que tenemos las mujeres, que nosotras mismas nos marcamos los límites: en el momento de ser madre te proponen un cargo más importante y eres tú la que dices que no, porque la prioridad son tus hijos”, reflexiona.
De acuerdo con su relato, si ella ha podido con todo ha sido por trabajar en una compañía muy estructurada y no 100% de capital familiar, y por haber entendido pronto una premisa clave: “Lo que es más importante es que demuestres que eres una buena profesional”. Así, en su historia, el único hándicap que ha detectado por ser mujer directiva ha sido en los primeros contacto con los agricultores. “Las primeras veces solía haber siempre un ‘¿Y tú eres la responsable?’ Pero una vez ya te conocen como profesional, son las personas más fieles”, concluye.